domingo, 13 de octubre de 2013

Recuerdos del Xochimilco Decimonónico. Leonardo Valadez Castillo CEl Trono y El Poder







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Amigos de todos los días, aun cuando no nos hayan presentado; Enrique Urrutia, José B. Peralta, Hortensia Carrasco y Carlos Bravo, me han hecho un regalo singular; trozos de historia viva, trozos del pensamiento universal, radicado en el recuerdo vibrante de xochimilcas que aman, que quieren su terruño.

Junto en Efrén Romero escribieron el opúsculo llamado “Hubo una vez una Revolución en Xochimilco” que, en 62 hojas bien escritas, entregan a sus lectores alma, espíritu y corazón.

Con fotografías de la época decomonónica y más acá, inicios del Siglo XX, de la Revolución Mexicana sí, pero desde el vivo recuerdo oral de quienes la vivieron desde el terruño llamado Xochimilco.

Y si alguien quiere saber, diga usted que Xochimilco es una palabra de origen náhuatl, misma que se compone con Xochitl, que quiere decir Flor; Milli, sementera y Co, que es un adverbio de lugar, que todo en su conjunción pictográfica quiere decir, “en la sementera de flores” o como dijeran los visitantes, “gringos en su mayoría”, Los jardines Flotantes; aja, The Floting Gardens…

En cada una de las páginas del librillo en comento, los Xochimilcas arriba mencionados nos regalan un abalorio de recuerdos que me han dejado impactados, particularmente aquel daguerrotipo que presenta al matrimonio de Inés y Tomás, que tiene en brazos a una niña pequeña llamada Aurora…

Y si me da permiso Efrén, interpreto que Aurora es la madre de Teresa, hermana de “mi padrino” y, en su tiempo, dueña de mi corazón.


Historia viva, historia hablada, esa historia que pasa de boca en boca, de generación en generación; esa que no está en los libros oficiales a que hace referencia el periodista, escritor, músico, poeta y “loco” (digo yo), Efrén Romero Acuña.

Muchos libros he leído y muchos más me falta por leer, pero estos días previos al descubrimiento de América, me conformo con el placer de degustar lo escrito en “Hubo una vez una Revolución en Xochimilco”, que tiene en la portada a Mi General Francisco Villa y a Mi General Emiliano Zapata, personajes de la historia antigua de aquella mi patria chica, Xochimilco…

Algunas fotos del libro en comento son de Casasola, cuyo único nombre nos lleva a conocer la síntesis gráfica de la historia de nuestro México, de nuestra tierra, de nuestra historia… Bien por los escritores, bien por la historia antigua, mejor por Efrén Romero que, junto con sus canciones en un disco compacto, me ha regalado algo más que un libro; me ha regalado un poco, un mucho de recuerdos idos, aquellos que pensé nunca más recobrar en mi escogida soledad.

Gracias a los escritores Efrén Romero Acuña, gracias a sus padres, que en paz descansen Don Efrén y Aurora, gracias a sus hermanos y gracias a Xochimilco, que me dio la oportunidad de conocerles…

Y bien, los dejo con su neuro lingüística, palabra esta de moda para decir simplemente aquello que en latín yo diría Carpe diem.

Saludos cordiales


Leonardo Valadez Castillo CEl Trono y El Poder

1 comentario:

  1. Confieso el gusto que me ha dado el trato a mi nota comentario del libro en comento; es grato ver reproducido un esfuerzo que inició en los sesentas, en nuestro querido terruño: Xochimilco. Gracias a todos ustedes. saludos Cordiales.

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