Acá en la Nobel, al terminar el viernes
Por Lola de Tequila
Un golpe azota a cada uno de mis
compañeros, y le sigue otro y otro. El causante es el reloj de la escuela, el
salón se ve oscuro, las voces de cada uno platicando con sus amigos, es un mar
de rumores, la maestra está sentada pasando calificaciones, parece que la pluma
la guía un juez escribiendo una sentencia, todos están impacientes por irse,
todos guardan sus cuadernos apresurados, parece que estuvieran preparándose
para escapar de una cárcel en el desierto, se escuchan los golpes de las plumas
contra los estuches, dejan afuera libros y cuadernos para meterlos a los
casilleros, se ve la impaciencia en el aire, se respira, se siente.
Nadie quiere esperar, suena el primer
timbre, todos se preparan para huir, algunos despistados se olvidan que es el
toque para que salgan los de primer año, el mar de ruido que estaba en el salón
ha cesado para estar atentos al siguiente toque para salir, se escuchan a los
chicos y chicas bajando las escaleras, riendo, burlándose, de los impacientes
chicos de segundo y tercero, todavía presos, se escuchan los azotes de las
mochilas contra las mesas, de los casilleros abriéndose y cerrándose, parece
una espera de siglos, de pronto el toque de libertad suena, todos huyen como
animales que estaban presos en diminutas jaulas, algunos se compadecen de
nuestros compañeros de tercero, todavía esperando la libertad.
Algunos buscan a sus amigos de otros
salones en el mar de estudiantes liberados, apenas se escuchan las palabras
claramente de las conversaciones, todos corren rápidamente a sus casilleros
antes de que haya más gente esperando en una cola para dejar sus cosas, dan el
último timbre y salen disparados los de segundo al patio de enfrente, enseguida
bajan los de tercero, algunos chicos de segundo se encaminan a la puerta para
irse solos en camino a su hogar, otros tienen que volver a la espera, para
algunos es corta, para otros larga como en mi caso, muchos se van con sus
amigos, otros con sus novios o novias, algunos se quedan solos porque no tienen
amigos, otros van a su círculo numeroso de amigos, yo me dirijo con Jimena, mi
mejor amiga, veo cómo algunos chicos que se hacen llamar “populares”, olvidando
ser los más detestados por innumerable gente salen para irse solos, pasa Plata,
el don Juan, y a la par le sigue Paloma, con su melena de león, pasan
indiferentes a las miradas felices por su ida.
Jimena espera a Julio, uno de tantos
amigos de tercero, que llega con Orlando, un chico verdaderamente guapo, pero
muy antisocial como su amigo, Orlando se va solo y Julio se queda siempre en la
misma esquina de la mesa esperando a que lleguen por él, Jimena se ha vuelto su
amiga y siempre lo espera para no dejarlo solo, empiezan a hablar, Jimena está
feliz por una situación desconocida la cual intuyo perfectamente, empieza a
platicar Jimena conmigo, Julio no dice una sola palabra, pareciera ignorar la
presencia de la gente a su lado, pero de pronto Jimena se para, toma sus cosas
y se despide de Julio y de mí, me dice que ya se va, Julio se queda
conmocionado, apenas me conoce y no espera tener que hablar con alguien que no
le interesa, el momento se hace incomodó, Andrea llega y empieza a hacer una
platica efímera conmigo, ella permanece pensando en su chico o en sus
videojuegos, me iría de allí, pero no soporto dejar a una persona sola y menos
a dos.
Andrea se quiere sentar, me obliga a
moverme al lado de Julio, empiezo a hablar con Julio, él no sabe de qué hablar,
le preguntó sobre las materias, sobre su salida, él me pregunta sobre los
exámenes, hablamos sobre deportes, sobre otras cosas, pero ahora Andrea se va,
otro momento incómodo, me distancio de Julio, y volvemos a nuestra platica,
pasa un buen rato y lo llaman a él, toma sus cosas y se despide, pero, de beso,
algo que solo hacía con Jimena y ahora también conmigo, parece que me ha tenido
confianza, volteo a ver a las otras mesas buscando a alguien con quien
platicar, veo a Marisol una amiga de primer año, me acerco a ella, me pregunta
sobre una amiga lejana, Vania, a principio de año éramos las mejores amigas,
pero ahora todo ha cambiado, y pensar que solo han pasado tres meses desde el
regreso a la escuela, platicamos sobre ella y luego la llaman, parece que me he
quedado sola, solo pasan unos minutos antes de que me llamen, al parecer quedo
en custodia de mis padres de nuevo, me liberó por un tiempo de la escuela, para
regresar el lunes a primera hora, por extraño que suene no quisiera dejar ese
lugar, pero ya es momento.
Salgo con mis padres, me subo al
coche, este empieza a moverse y el retrato de la escuela desaparece a lo
lejos….
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