Melchor Soto Canchola vuelve su mirada y sus palabras a la luna, el antiguo astro inspirador de versos, y le murmura sus secretos, le transmite sus alegrías y pesares, le grita su pasión.
En este libro hay un poeta, convertido en un perfecto y entregado amante, que no teme confesar las aventuras de su corazón y sus encuentros con la experiencia amorosa; de la que escribe sus mejores momentos, el dolor de la separación, el miedo a la ausencia y la angustia del desamor.
La poesía de Melchor Soto Canchola regresa a los orígenes de la expresión lírica con palabras simples y construcciones armoniosas que no buscan alardes lingüísticos ni intentan arrojos técnicos, pero que transmiten, desde una voz muy transparente, sentimientos, emociones y deseos que todos los seres humanos hemos recorrido.
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