miércoles, 1 de febrero de 2012

Selección de poemas (prosa poética) parte II de Alejandro Carrique


Selección de poemas (prosa poética) parte II...
Poesía Cuento Novela30 de enero de 2012 18:45
Selección de poemas (prosa poética) parte II de Alejandro Carrique

A panza arriba de la nada

Las distancias deforman realidades. Las cercanías se comieron mi pasado más cercano; el más lindo. Las cercanías se comieron lo que amaba.
Las distancias roban la memoria y enfrían taquicardias.
Entre la distancia y la cercanía, pierde la distancia.
Un átomo de suspenso cansa mi alma, y el viento se arremolina en mi cara, penetra en mí, saca mi corazón de mi casa y así yo exploro lo que antes era nada.

Un punto de inflexión, un anhelo sin premeditación besa tu mañana y te subís al techo-frente de tu cara, de tu casa, de tus emancipaciones impensadas. Una pared entre el sueño y el deseo se abre, y vos estás despierto, recorrés el Universo sin respuestas infinitas, pero abordás el gran secreto; entonces llegás al techo de tu casa, respirás profundo, y, con la sonrisa inocultable, te reís a panza a arriba de la nada eran las desgracias.

Más de lo que puedas imaginarte

Dividí la vista, multipliqué sonidos, desfloré letras. Amamante peces de lobos de lodo de trompos de codos de vista dividida. Jugué con el tiempo en las madrugadas, desperté magos, salpiqué duendes con agua vendita de las calles, falsifiqué a Marte y te amé más de lo que puedas imaginarte.

El blanco de los pensamientos

Emborracharse con Dionisio. Conectarse con él, Dios-vino, y liberarse de las normas del hombre o de los miedos personales.
Abrir el cierre erótico del cielo. Lamer ideas desnudas, llenas de viento. Besar la lluvia hasta el artazo, hasta el orgasmo-barco, paraguas, esqueleto, sueños.
Descoser las puertas de las casas. Espiar su interior; estirar la lengua y recorrerlo. Transitar cerebros. Darle chirlos al tiempo, vestirlo, pervertirlo, asociarlo con la parte más simpática del diablo.
Abrir los ojos erectos, desparramar el blanco de los pensamientos.

La sensatez

Arañas que caen como garzas desde el techo. Son garzas sino no serían tan simpáticas con migo. O son arañas simpáticas y yo digo lo que quiero cuando vivo.
También se desplomó una luz que rebotó en mis sueños o en mis pensamientos ambidiestros.
Un camino suave en la colina del encuentro. Una ventana inventada, empañada, desplomada. Y otra ventana con sonrisas y reencuentros. La vida maneja todo tipo de momentos. Vos serás conciente en el barrilete de lo incierto.
En tus pasos está el deseo, en tu corazón, la sensatez de no ser prisionero.

Los días tienen cuello de jirafa

Los primeros amores, tal vez fueron los reales, los verdaderos, sólo que han llegado en tiempos errantes. En tiempos en que uno necesita seguir caminando, llorando, explorando, aprendiendo y discerniendo para formar la personalidad. En aquellas épocas, de jóvenes, uno no se enamoraba del temperamento o del intelecto del otro, porque casi no había, o todavía no estaba definido; pero eso tampoco afirma que uno se enamoraba al cien por ciento del aspecto físico, talvez, además, se enamoraba por instinto del alma, por sentir más allá de una consciencia clara o bien añejada. Es decir, percibía que era realmente la mujer o el hombre de su vida, pero advenida en una época prohibida, o, muy poco propicia.
Un día quizá la vida me cruce con mi primer amor, el primer recuerdo del amor.
Un día talvez la vida me cruce con mi primer amor y, claro, la amaré como nunca he dejado de hacerlo.
Los días son larguísimos. Los días tienen cuello de jirafa cuando no se está realmente enamorado.
Observás el barrio de lo alto, respirás, recordás, viajas en ruidos de chicharras, anhelás encontrarlo, encontrarla.
Un día tal vez la vida me cruce con mi primer amor; las jirafas no tendrían más cuello, mi alma estaría en su estatura calma. No seríamos ni finitos ni infinitos, seríamos una nueva palabra; esa repuesta que hoy nos falta.

Reflexión y final pesimista de la vida

Tantas cosas lindas vividas y tantas cosas feas.
En fin, ahora, cuando se cierre el ataúd, te vas a dar cuenta que hasta las cosas feas fueron bellas. El ataúd se cerró, tu alma explotó en mil recuerdos, que desaparecieron como si nada hubiera sido cierto.

En la piel de la vida

Hay infinidades de cosas fuera de nuestro alcance. Vivimos en la piel de la vida, pero no conocemos su esqueleto, sus órganos, su corazón y cerebro, ni mucho menos su alma; es decir no sabemos nada. O sí, en realidad al menos un uno por ciento sabemos. Vivimos en el uno por ciento del Universo; al menos por ahora, en la piel de la vida.

La muerte despierta en las ventanas

A veces cuesta estar despierto, y uno se refugia en la cama, en el sueño: la vida diferente, la amnesia, el olvido. Cuando me levanto me fastidia la vida, pero con el trascurrir del día me voy acomodando, mi humor comienza a posesionarse, aunque sin embargo quisiera aplastar el día con la palma de mi mano, matarlo como a un bicho que camina en mi cabeza, quisiera que se termine, y… así, un día más cerca de la dicha; aunque se también que será un día más cerca de la muerte.
La alegría amarilla.
La tristeza sutil.
Los caminos grises.
La inmadurez controlada
Los pensamientos azules.
La muerte despierta en las ventanas.

El salto justo

Pegar el salto justo y trasportarse por el viento como si fuera un colectivo. Trasportarse naturalmente, como un pájaro, como un deseo que golpea la puerta de su amada.
Odio los domingos; creo que el odio es recíproco, por eso a veces le pongo patas para que se valla, y así me quedo más aún donde no hay nada. Tengo un pensamiento de oro, soy experto en soledad, pero no en silencio; siempre me acompaña algún sonido. Inclusive cuando duermo me acompaña el motor de mis sueños. También me acompaña cuando estoy despierto, sólo que, mezclado con la televisión, la radio y los ruidos del barrio, pierde su protagonismo.
Cada vez que escribo pego el salto justo; soy experto en soledad. También se estar solo, rodeado de gente que, no es más que eso.

Un salto de oro en las patas del domingo. El domingo y yo hoy, somos amigos. A veces escucho su llanto más controvertido.

Pájaros y hombres

Un pájaro loco en el psiquiátrico. Un pájaro loco demente. Un Hombre hachando un árbol. Virutas de la vida. Un planeta delicado.

Todo o nada

Todo o nada está en el aire, en tu cabeza, en una hoja en blanco, en el aire, en el portal multidimencional de tu cabeza, en las hojas del otoño que caen del arte.
Todo o nada está en el aire, ¿y vos… donde estás?

Desde mi cuna

Un chorro de luz que congela una porción de mi pasado. Una fotografía en mi mente. Radiografías del dolor. Una mano que desde mi cuna me convoca. Cartas de tarot ilimitado; nunca voy… a ser esclavo.

Estaré siempre enamorado

Estoy enamorado de no sé que. Estoy enamorado de no sé quién. Estoy enamorado de lo que no conozco. Estoy enamorado del deseo, de la expectativa, del momento-encuentro.
Y ya es común el testeo in Vitro del amor en mi cerebro. Y ya es común ver de antemano su sonrisa. Ella viste un pulóver rayado, de varios colores alegres: amarillo, rojo, verde, azul y blanco. La luna está de fondo iluminándonos y chisporrotea algo de amor en los astros más cercanos; es el destino que en algún momento va a unificarnos. Ella tiene un cabello hermoso y largo, yo la abrazo, el viento de fondo ya comienza a despeinarnos. Un sutil zumbido nos envuelve; es el destino que en algún momento va a juntarnos. Tiene ojos celestes con retoques blancos; trepándonos al cielo comenzamos a amarnos. Tiene la piel blanca, con la luna iluminándonos. Tiene la piel blanca y trasparente, con el viento, que comienza a despeinarnos.
Estoy enamorado de no sé que. Estoy enamorado de no sé quién. Estoy enamorado de lo que no conozco. Mientras siga así; estaré siempre enamorado.

Un ruido en mi ventana

Escuché un rudo en mi ventana. Me acerqué, pero no era nada.
Caminé algunos pasos en mi casa. Abrí un recipiente donde guardo pensamientos que me duelen y me atrapan. A veces es lindo ser conciente que el amor existe, aunque ha existido en un frasco.
La canción bumerán que rosa mi nuca cuando lo abro y despierto.
Sale viento cuando lo destapo, y tiembla o se derrumba parte de mi vida.
Hoy mi imagen vive agazapada, es un duende que despierta magia, también, a veces, es una frazada o una idea que me desparrama.
Un par de ojos hermosos y una sonrisa que me llama.
Cierro el frasco; no creo que ella arañe mi ventana.

¿El corazón es humano?

Estaba nublado. La lluvia es tan necesaria como el llanto.

Se me tapó la artería de la razón por no haber llorado demasiado.
Ahora,
no tengo pasado, y el presente es un ente loco que deambula por los barrios.
A veces tengo charlas con mi corazón; pero no llegamos a nada interesante, pues casi no me quedan sentimientos para intercambiarlos. ¿Será por eso que hoy sonrío demasiado?
A veces tengo charlas con mi corazón; él se sienta en el piso de una plaza que tiene quince bancos; yo me siento en el banco más cercano y dialogamos de nada y con nada sonreímos hasta el fin sublime del hartazgo.
A veces se lleva mis piernas y deambula como humano; es bello observarlo, aunque posee dos balazos que aún no pude desterrárselos. Sin embargo, mi memoria es un cuento que se reproduce hacia delante. Ya no tengo sombras que me manchen, ya no tengo sueños que no sean futuritas.

A veces tengo charlas con mi corazón, a veces se lleva mis piernas y deambula, a veces tengo dudas si el corazón es humano.

En la médula

Una actitud en la médula, una decisión que nace en la cuna, un ser humano que es. Un momento que busca expandirse en otros planetas; dejar algo más que una idea, redondear galaxias, destruir maldad, educar a la maldad para que no sea mala. Una actitud de caramelo y alambre, una palabra en polvo, un cuerpo invisible y un reglamentario encuentro.
Subo y bajo del pantano, también subo hacia otros planetas y dialogo, no es que no haya otras vidas más que en esta tierra, sólo que nuestro cerebro… no recuerda. En la médula está insertada la respuesta.

La visión nos proyecta desde Lejos

Me gusta cuando te arreglás, cuando realzás tu belleza.
La visión es parte del Todo. ¿Qué sería del Universo si el Todo fuera ciego?
El Todo, como un vientre luminoso, lleva dentro al Universo y es un hermoso ojo que ve y proyecta todo lo que somos.

¿Vos te acordás? Todo se voló

¿Vos te acordás de todos los momentos en los que la pasmos maravillosamente bien?; porque el tiempo quita memoria y a su vez agobia. El diablo disfruta y bebe de nuestra distancia, nuestra separación. Nuestro encuentro es la bebida que en algún momento se hizo polvo y se voló. Todo es un episodio más… de dolor.

Fichas

Fichas mágicas cayeron del espacio, y yo las devoré en el acto. Una impulsividad, tal vez instintiva, me arrojó a ellas con la boca abierta, como para ir ganando tiempo o no perderlas, o no perderme la oportunidad de transitar, explorar un poco más allá de esta armonía ficticia o anormal, este dominó vital donde todos juegan con un pie en el mal o en la hipocresía verbal.

Los efectos que me causaron no fueron algo de otro mundo, sino de éste: una irrealidad total, una burocracia sin final para hallar el amor en general, uno de los pétalos de la gran verdad, que vive y chorrea sangre sobre el planeta trivial, donde todos respiramos mal.

Tres de la mañana

Niña marciana ha arrojado el silencio sobre mis sabanas; yo la miré y le dije: “puedo escuchar el sonido de tus palabras, los sonidos que vienen desde las entrañas lejanas, tus palabras han estado archivadas en las curvaturas mas sensibles de mi alma, eres parte de mi aura”
Niña marciana me ha sacado de la cama y me ha enseñado que no todo es palabra o nave malvada.

Transitar con vos es sentir la piel de un hada. Estás en cada paso, cada movimiento real de esta existencia rara, y en las noches expeditivas de mi insomnio, siempre has estado a mi aferrada, y yo, he estado volando, arañando tus alas.

Pajaritos

Pajaritos de bronce y títeres en suspenso. Lindo es rociarse de silencio. Sabroso es el tiempo cada vez más lento. Los interrogantes aplauden desde lejos y el sentido estético es veneno terco. El arte predomina porque envuelve al nacimiento.

El día, la vida, el amor y la literatura

Todo el día contenido por decenas de palabras, que revolotean en la atmósfera intacta, del pasado, de los artífices literarios.

Todo el día envuelto por la ligera llama del talento y el silencio desmesurado que genera cuentos: la dicha de la idea y los deseos transportados por el viento.

Todo el día en la noche de mis pensamientos: la suave vida que se eleva, vehemente, desafiando el límite triste y gratificante de las lágrimas.
A

Cincuenta años de genial convivencia

Nunca hubo una discusión, ni un roce; porque la relación había sido sin contornos ni rostros, había sido una relación cableada: una relación telefónica.
Todo para nada

Se podrá investigar y hablar y hablar, pero el misterio jamás dejaría que alguien, ni nada, ni nadie, roce, siquiera, sus talones.

A

Habría que revertir

¿Por qué uno se apresura?, si los lugares en la existencia diversa sobran, porque sobra el tiempo, que genera, con tu muerte, una nueva silueta.
A

La premonición

La premonición es un susurro proveniente del futuro. El cuento que espera. Un adelanto celeste y dudoso caído descuidadamente del cielo.

Lo único que le importa a mi cerebro
A lo largo del día uno va creciendo hasta la muerte del sueño de la noche, donde alcanzamos la paz, si tenemos suerte, hasta el nuevo día que nace en nuestra mente. Todo lo que vemos es lo que el cerebro interpreta por acumulación de datos, y en consecuencia todo lo que sentimos es lo que el cerebro cree.
A lo largo del día uno acampa en el tiempo. A lo largo del día crecen monstruos, o niños misteriosos; hadas, ángeles o ideas que devora el Universo para mantenerse en movimiento.
Aunque nada sea cierto en la interpretación de los cerebros, yo seré feliz si interpretás lo mismo que yo siento hace mucho tiempo: te extraño y te deseo a lo largo del día que va muriendo y en el sueño cuando duermo y me despierto, duermo y me despierto. Todo lo que vemos es lo que el cerebro interpreta, todo lo que sentimos es lo que nuestro cerebro cree, y yo creo que tu sonrisa, tu voz, tus palabras, tus gestos, tu inteligencia, tu dulzura y tu misterio han enamorado a la interpretación de mi cerebro.
Entonces… aunque nada sea real, sos lo único que interpreto cuando vivo y cuando duermo. Sos lo único que le importa a mi cerebro.
Hay casos excepcionales donde todo está muy cerca de lo cierto.

En algún lugar del espacio
Sé que en algún lugar del espacio están incrustadas tus ganas de amarme, de estar conmigo para siempre. Sé que en mi casa, en mis pasos, en mi espejo, en mi alfombra, en mi idea, en mis sueños, en mis días, en mis palabras, en mi bicicleta, en mi comida, en mis zapatillas, en mis puertas, en mi techo, en mis nostalgias, en mi verdad, en mis heridas, en mis amaneceres, en las noches como guillotina, en las sombras, en mi tos de enfermarme por extrañarte, en mis cuadernos, en mi computadora, en mi oxigeno, en mis sombreros, en mi cabello desparramado por el viento, en mi magnetismo eterno, en mis células, en el ADN de mi cabeza, en el ADN del destino, en la esfera de mi corazón que sangra, en el cordón de la vereda de mi casa, en las vacaciones que no quiero, en los libros que leo, en las vueltas a la manzana del recuerdo, sé que están las ganas de amarte y estar con vos para siempre.
Sé que en algún lugar hay una cueva de lobos que devoró el amanecer donde nos amábamos.
Una soga moribunda cae del espacio para que elijamos de donde agarrarnos. Un suspiro que emerge de la verdad hace un puente que une las cabezas. Cuando yo te extraño demasiado, siento que estamos mucho más comunicados, porque sé que vos me estás extrañando demasiado, en algún lugar del espacio, tan lejos o tan cercano, como tomarnos de las manos.

La memoria
Esto es improvisar que la memoria te despierta y ya no sentís nada mas de vos, tu vida es un chasquido que no reconoce el hecho de estar vivo, todo es maqueta y suspiro introvertido, un castillo de chocolate que no llegó a ser niño.
No creas en las creencias, no sueñes en los sueños, no compres lo que otros compran para que vean como vos comprás.
Ya no tenés más oxígeno, tus pulmones devorados por hormigas hacen hormigueros como naftalinas hace el hombre para las polillas.
Improvisando en la memoria de mi madre viajo a su colegio, camino en su barrio, soy feliz en un momento donde no pertenezco, me tomo un vaso de agujero de gusano y me escapo de mi pasado. En todo lo demás… yo no he estado.

Primordial oído
Una palabra en la sombra que ha hecho que vos seas hijo de tu alma.
Uno, con padres y genes, no es más que una cápsula viva que ha vivido siempre que el Universo ha vivido. El nacimiento no es más que un trasmisor de lo que somos. Antes de la explosión creación ya éramos tiempo que se iba expandiendo. Antes del big-bang Universo escuché en mi primordial oído el amor inexplicable de “estar vivo”.

Una palabra
Entre el infinito y lo finito sólo falta una palabra, y esa no es ni Dios ni magia, podemos ser nosotros inyectando vida en el planeta y en el Universo, que aún… no falta.

Parte del Diablo
Dentro de un glóbulo blanco de mi sangre viajaba rumbo a mi corazón una pequeña nave con tarántulas; querían devorármelo, como si acaso ahí hubiera insectos o ratones. Mientras tanto, pequeños duendes saxofonistas y clarividentes ya devoran mis ojos, y era el fin tenebroso de mis pies que crecían en otro lado.
Y así, sin corazón y pies, mi alma partió al Diablo que quiso jugar con migo hasta que pude derrotarlo. Y después volví a mí, del sueño que parecía haberme vomitado.
Al despertar revisé el cuarto para asegurarme de que no haya duendes ni tarántulas; espero no ser yo… parte del Diablo.

Entre la muerte de todas las galaxias
Ella bailaba en su despertar las sospechas de amar.
Un diluvio la bajó a la tierra, porque es simple ser amada de verdad.
Ella bailaba en su inseguridad, canciones que vienen desde el mar o de una plaza de verdad, respuestas que sólo un ser humano puede dar. Mensajes que atraviesan la vida y destruyen todo lo que no será, para que el amor concrete realidad.
Ella baila en su cerebro y junta figuritas que la hagan real, ella tiene miedo por que vale mucho para creerse que la realidad es verdad.
Ella busca en un frasco todas las palabras que le den confianza, ella bucea con la mente en blanco cuando se siente triste, y apaga la confianza, la computadora, el televisor y los sueños que la acosan en su cama.
Yo he visto que su corazón salía de sus ojos cuando me miraba.
Yo he visto realidades que se estropeaban en el aire.
Yo he visto que mi corazón no duerme si no es parte de su almohada.

Yo sin vos… estaré muy triste, entre la muerte de todas las galaxias.

Hoy fui al río

Hoy fui al río a tomar algo y a extrañarla, aunque no hace falta que me mueva de mi casa para hacerlo, ni siquiera tengo que moverme de mis sueños, por que ahí no la recuerdo o la tengo y ambos resultados tranquilizan mi mente.

Hoy fui al río a tomar algo y extrañarla. Vi veleros llenos de inseguridad o codicia, y al lado mío, caminando, algunos llantos ocultos y mascaras tomadas de las manos.
También vi pájaros y barriletes felices de no ser humanos. Yo junté palabras en mis redes y, como siempre, sobrevivía ante el oxígeno su nombre, enredado, pero real, sublime y rebotando ida y vuelta de la luna que hoy, domingo, salió temprano para aconsejarnos algo.

Hoy fui al río como todo ser humano, pero terminé con un millón de estrellas en mis manos. Cuando oscurezca las soltaré nuevamente al espacio. No quiero robarle el sueño a nadie, gente que sólo tiene lo que sus ojos dan mientras son esclavos de un negocio que genera el hambre, aunque en un país del mundo eso esta cambiando, poco a poco, entre los años, y para siempre.

Hoy fui al río a tomar algo y a extrañarla, a poner mi corazón en una botella y tirarla al agua, para que en los confines de las almas mágicas, salga de la canilla de de su casa.

Hoy la luna comenzó a entrelazarnos.

Ojalá el mundo se vaya curando.

Nacer...

Llorar durmiendo en el recuerdo, y despertarse con la cara estropeada. Extraer la mugre del cerebro: hacer más sano el pensamiento. Hay un muro de papel entre el malestar y la demencia.
Pienso en marcharme. Me visto. Cargo ropa en un bolso. Me observo en el espejo y no me veo; una deliciosa galaxia se encontraba ahí estancada. Mi espejo era un oasis de magia. Lo tomé y, con mucha curiosidad y algarabía impulsiva, lo arrojé al suelo. La galaxia desapareció al igual que mis manos, mi zapato izquierdo y todo tipo de recuerdo. Respiré confundido: el latido de mi corazón se había adormecido.
Ahora me observo en el lugar donde había estado anclado el espejo; adicción al sufrimiento es nacer de nuevo.
Desconcertado en el origen, pero dado vuelta como una noche siniestra, ejecuté otra vez el primer llanto.

El anhelo. El despegue de la sonrisa

Inventar la lucidez y dejarse estar en algún lugar. Acariciar el sueño del mal para que no te vengan a buscar.
Camino distendido bajo el sol del sol, todos los días son diferentes, camino distendido bajo la sombra corrosiva del amor.
Inventar la lucidez es estar del lado del alma. Acariciar el sueño del mal es avisar que no te vengan a buscar.
Me encontraba frente a un hogar, el crepitar del momento era grato y desde el fuego alguien me observaba. Sentirse observado es ser conciente de la vastedad.
Camino distendido sobre el gran átomo encendido, camino distendido bajo un mundo mejor. El dolor vive en vos y yo intento salvar tu corazón. Invento la quimera que reduce al tiempo y soplo para alcanzarte, para llegar de una vez por todas a vos. Mi corazón aún no ha visto el verdadero sol. Mi corazón aún no se ha internado en el centro de tu complicado corazón. Una balsa en el desierto tiembla, duda y se disfraza de silencio. Yo no voy a defraudarte. Sólo quiero acariciarte, cuidarte y elevarte así yo podré elevarme. Sólo tú podrás quitarme el residuo tóxico de la realidad, el malestar del mundo me hace mal.

El despertar se amortigua

En el infierno dorado, donde las fábricas de duendes cesan, el revés de las sombras abre puertas para amortiguar tu llegada.
Cada paso es Dios en movimiento.
Cada pensamiento escéptico es vomitó perfecto.
Cada rincón moribundo es una chispa de sol en tu parco corazón.
Cada sonrisa es el despertar de tu alma, el amor fuera del dolor.

La felicidad es viajera pero siempre vuelve calma a su hogar.

Ayer… dormité bajo la luna estropeada.
Ayer… fumé cada instante inesperado, y hoy sueño en el infierno dorado de mis palabras. Tu llegada es perfecta instancia ondulada, yo canto saltando en una nueva galaxia.

Nadie escapa

Escupí palabras y las uní. Escribí un cuento o una canción. Pensé y soñé. Todo lo que me rodea no está bien. Todo lo que me rodea es momento que se fue.
Corrí la tela de araña de los tiempos y viví mejor. Un segundo de recuerdos me llenó de placer. Un minuto sin recuerdos me hizo despegar sin ver.
Escupí mi herida favorita y existí. Escribí sobre el espejo imperfecto y me descubrí. Pensé y vacilé. Todo es semilla; nadie muere cuando el corazón se enferma. Nadie calla cuando ve a la parca. Nada es borroso, ni voluminoso.
Escupí palabras.
Nadie escapa de sus sombras.
El revés de las sombras es parte de la gloria.

Para refugiarme

Donde la oscuridad de papel se incendia yo caliento mis manos. Es invierno y hace más frío que nunca porque no te tengo a mi lado. Mes de Junio, momentos ondulados.
Donde la oscuridad de papel se incendia yo te espero y espero nunca más esperarte. Es invierno, y vivo de nave en nave, las palabras que uso para refugiarme.

Una noche pude sentirlo

Una noche pude sentirlo. Hay un túnel en el aire que comunica entre sí a la parte subconsciente del cerebro de todos los humanos; estamos unidos por el pasadizo subrepticio e irrevocable de las causalidades. El subconsciente es parte y deambula en las rutas de las causalidades. Nadie conoce, y nadie es conciente de ello. Yo tuve esa visión y aún estoy intentando transitarla, verle la cara a mi destino y explicarle lo que yo realmente siento. Imprimirle mi verdad y fortalecerlo, para que ninguna corrosión altere el azar que alguna vez me ha dado lo más hermoso que nunca podría haber llegado a imaginar.

Estoy pintando mi casa para recibirla, y haciendo flexiones de brazos para abrazarla y no soltarla. También corté el pasto e improvisé flores en las plantas de mi patio. Le enseñé hablar a mi gata para que pueda saludarla, y pinté de colores a caracoles, hormigas y arañas. Puse un potus invisible o tal vez imaginario, porque no me gustan, y conservé el amor impreso detrás de los cuadros.
Ya hice dos mil flexiones de brazos para no soltarla.

En el túnel me di cuenta que el subconsciente es la causalidad en la que vive el hombre; amaré mi causalidad y el corazón de mi destino, sí finalmente paso el resto de la vida contigo.

El resto de la vida contigo.
Una noche… pude sentirlo.

Los trabajadores de mi mente
En mi cerebro hay diferente piezas, como si fueran trabajadores: “los trabajadores de mi mente”. Cuando escribo alguien en mí arroja un comienzo, otro sigue en una idea, mientras que otro es el responsable de la gramática y los sinónimos. Otro dirige los colores, y su hermano se encarga de las imágenes y sonidos, la armonía del Todo entre todos los que somos uno. También está el experto en la coherencia y la incoherencia que se mezclan, el amor y un gusano tomando cocaína de las manos. Mientras uno de ellos me entristece, otro limpia estufas con estopa y pelo de payaso para alegrarme.
Hay un equilibrio en mi cabeza que me mantiene siempre erguido. Un reloj que siempre avanza, pero no es amigo del olvido; sobretodo de alguien, que me hacer ver que soy un ser humano vivo.

Entrar en mí

La noche entró en mí como un sueño. Noticias cromáticas punzantes, sabores aislados ante mis ojos. Mi lengua no sentía sutilezas y mi corazón no era más que una bomba perfecta.
Sin embargo dejé la muerte de lado y levanté la térmica.
Trémulo el recuerdo, danzarín el duende del misterio que vive del silencio, como los payasos de la tristeza que ocultan dentro.
La vida se enciende y se apaga en este sortilegio en el que me encuentro.
Se filtra el agua a través del techo. La lluvia entra en mí como un cuento.
Un zapato.
Otro zapato.
Un pantalón.
Un cinturón.
Un cansolsillo.
Un par de medias.
Una remera.
Un pensamiento menos.
Tu amor entró en mí, pero ya es polvo en el viento.

Luna guarda sueños

Luna guarda sueños, estrellas cuidan tu mirada y energizan tu alma, planetas que te ven crecer y te conocen más que tus padres o tutores, agujeros negros que absorben tu angustia, libertades ocultas que te dan de comer a diario, partículas ríspidas del tiempo que te levantan cuando estás muerto, sensaciones del mundo que te abrigan, luz del fuego radical que salva tu carácter, bienestar del vientre de tu madre, seguridad confusa de la realidad obtusa, comadrejas en cajas llenas de silencio, montañas de odio, orgasmos de cemento, piletas secas, amabilidad amarga y mentirosa, curiosidades morbosas, moscas llenas de moscas, falanges en tu cama, pero siempre hay vida o cosas que te atrapan y dan felicidad para que salgas saltando en las mañanas.
El mundo espera.
Vos… sos tu única respuesta.

Sabes. Vuelo.

Sabés lo que es transitar el infinito de la desilusión, de la soledad, de la palabra amar bien lejos de tu hogar.
Sabés lo que es darse ánimo a uno mismo, porque nadie conoce mi destino donde hay ríspidos caminos.
Psicólogos, brujos y entidades absurdas que no me demoro a conocer; algo escrito en mi alma representa lo que soy. Soy parte de un deseo espacial, sólo espero que me vengan a buscar, se que ella me está soñando muy lejos de acá.
Tan difícil es un centímetro de amor real, tan difícil es jugar a la felicidad, tan difícil es emigrar lejos de todo malestar, tan difícil es ser parte de esta pobre realidad, de este inexistente palpitar, de esta absurda jaula con rueditas de la irrealidad.

Si, es difícil. Difícil para algunos o tal vez para unos pocos, tan pocos como si fuera solamente yo.
Comprendo que es difícil, siempre hay un canje oculto. Evidentemente siempre hubo un canje oculto. No lo conozco, pero de eso se trata mi vida. El canje: engranajes escondidos que me dan palabras cada vez que me matan.
Soy parte de un deseo espacial, espero que me vengan a buscar, mientras tanto me derrito o me derrite esta realidad. Más allá del mar hay un lugar, mas allá de este planeta ornamental mi corazón gemelo sabe que nací para volar. Qué sentido hay si no se puede despegar. Qué sentido hay si los sentidos recorren siempre un mismo camino, si los sentidos se marean en la cápsula donde no hay más nada que el olvido.
Jugar.
Jugar al amor es lindo. Más lindo es sentir que el amor es un gran limbo: todo el tiempo enamorados para amarnos más y más.

Las mujeres siempre mienten. Ellas no lo saben, no son conscientes, pero danzan mintiéndole a su suerte, su naturaleza siempre miente. O mienten o les falla la cabeza hormonal.
No está bueno estar rodeado de seres intermitentes. No está bueno estar rodeado de seres que se alejan repentinamente de su mente.
No
está
bueno.
Pero al fin y al cabo es un placer. Nos descuajeringan el alma y cubren nuestro corazón de barro. Sin ellas no seríamos nada, sin ellas seríamos palabras que se desvisten y no reciben nada.
Pensar.
Pienso.
Tal vez sin ellas todo seria más normal y no tendríamos que inventar pájaros para volar, sólo pensaríamos que la maldad está en una estatua endemoniada o que la vida es una figurita sin alas.

Me desvisto al revés de mi sombra y la par de mi ego, busco pájaros sin tiempo, desenvuelvo sueños perfectos; el diablo es Dios, Dios es el Diablo muerto. La muerte es el sueño donde vuelo.

Sobre

Sobre la incertidumbre me desvisto y me hecho a dormir.
Sobre la incertidumbre me ducho y veo televisión; escribo o disfruto de una canción. Sobre la incertidumbre pienso, me rasco la espalda y como lasaña. Sobre la incertidumbre me despierto y atravieso mis sueños, descorcho un vino y despeino el dolor. Sobre la incertidumbre apago una luz y enciendo un a dios; me enfermo, me quiebro, vuelvo a crecer; algún camino siempre queda por recorrer. Las noches de ayer, los días de hoy, la niebla me ayuda a ocultar el rencor; si es que tengo rencor.
Sobre la incertidumbre vivo; la incertidumbre es mi hogar y el alrededor. Sobre la incertidumbre de mi barco transparente sigo en busca del amor. Arrojo una palabra al mar. La botella de vino aún no la he podido domar.

En la inmensidad del espacio

En la inmensidad del espacio veo a mis ojos extinguiéndose. El espejo en el cual rebota mi memoria es cada vez más parco y somnoliento.
Quiero dormir y despertar con la sonrisa gigante y el sol fecundando en mi interior el comienzo de otro tiempo.
Querer es desear, como dormir es jugar al muerto.

En la inmensidad del espacio se descose un viejo rostro y surge la dulzura, la secuencia cristalina que me alza en brazos como a un niño.
Sonrisa. La sonrisa es gigante, y el calor del sol que me salva es el corazón de un gran amor. Un amor tan grande, que ya no sé, si alguna vez… hubo dolor.

Abrir

Y así me encontraba yo, observando las últimas gotas del atardecer, cuando apareció ella, hermosa y rodando como un sueño nunca experimentado, y recién visto por estos ojos codiciosos que pretenden o merecen un gran centímetro de encanto: la perfección del amor que hoy vive en mi cajón. La perfección del amor que va abriendo su cajón.
La alcé en brazos y sonrió, por supuesto se cayeron los astros al carajo, y mi corazón extasiado despegó, cambió de órbita, me abandonó por un rato; es que nunca había sentido algo tan exacto; la luna sigilosa también se había acercado.
Giré con ella en brazos y encendimos un cigarrillo imaginario, un deseo, el deseo de verdaderamente amarnos.
El atardecer se extinguió en la exquisita, exuberante bruma de la vida, y juntos comenzamos a danzar sobre el ocaso.
Ella es perspicaz, inteligente y más hermosa que la belleza loca. Ella es un sueño nunca transitado y yo sueño en su corazón que se va acercando a mi lado.
Una clave en el espacio hace estragos, para que nuestro encuentro sea cierto, infinitamente intacto: un permanente beso que decorará el espacio de todos los espacios.
Hay gente que cree estar enamorada. ¿Quién Diablos puede asegurar que está concretamente enamorado?
En cualquier momento nos tomaremos de las manos. Esas manos que saben bien que Dios es verdadero y falso.
El amor es mentiroso cuando no se está con la persona adecuada. En un rincón del universo la felicidad genuina es simplemente encontrarnos, encender un cigarrillo imaginario y decirnos que somos parte de un sólo movimiento: procrear la más hermosa luz y comenzar con el ascenso de los astros.
Nunca le dije a alguien: “te amo”, pero sé que puedo llegar a lograrlo y alzarte en brazos y girar sobre la verdadera realidad de nuestros propios pasos.
Mi cajón se abrió, tu cajón se abrió, las almas se alinearon como siempre deberían haber estado, y supimos lo que es estar verdaderamente enamorados.

Ayer fue hoy, y hoy no es hoy, es sólo amor; y fui trivial, y no importó; sos lo más lindo que Dios al mundo dio.

Cantidades

Un kilo de sueños. Quinientos gramos de palabras enfermas. Un cuarto de neblinas matinales y problemas familiares. Ciento cincuenta gramos de momentos. Cincuenta gramos de nada. Un kilo y cuarto de melancolía. Tres pájaros distraídos. Cuarenta ideas prohibidas. Cinco despertadores despiertos. Una silueta fantástica. Un susurro acogedor. Un disgusto contradictorio. Mucho sueño. Un gran mausoleo.

Del otro lado de las cosas

Del otro lado de las cosas, donde la locura es bella, comprobé lo que había sospechado siempre: “no hay dolor”.
Estoy levemente intoxicado por la melancolía. Soy un fantasma diurno, materia de la vida y tiempo espiralados en el entorno de mis sueños.
Del otro lado no hay dolor y la felicidad aterradora no esconde una mentira.
Sin embargo nada duele demasiado y giro soberbio sobre el epicentro de mi luminoso pensamiento; el talismán del recuerdo maneja estúpidamente mis movimientos.
Del otro lado la neutralidad es muy acogedora. Pensar no pienso y alguien está pensando en engendrar vida en el calor de mi aliento.

El sueño que acapara al Universo

Vivimos en el letargo de la vacilación. Y eso es similar a refugiarse en Dios.
Auque yo todo lo que sueño lo despierto, debería encausar la decisión.
Vivimos aplastados por la gravedad. Y eso es similar a la pereza trivial. Y auque yo todo lo que sueño lo despierto, debería disfrazarme a la par de la verdad.
Añorar. Descarrilarse. Volver a generarse. Todo es parte del mundo que habita en nuestro cuerpo. Todo es parte del alma motora que no se comprende.
Soñar. Despertar los sueños. Atreverse a dilatar el mundo.
Una idea puede enriquecerte como la creatividad puede enloquecerte favorablemente.
Jugar. Entretenerse es lindo para comprender el alma.
Vivimos con los pies en la tierra y el cerebro en la niebla. Dios se encuentra muy cansado y alguien quiere ocultarlo. Para eso –mientras saboreo los recodos sensibles del misterio– pienso, creo y todo lo que sueño lo despierto, porque casi sorbo del sendero de los muertos.

Caminar

Caminar. Detenerse. Esconderse. Asomarse con frivolidad. Dilapidar momentos. Enfrentarse con el espejo soberbio. Jugar a Dios y quemarse con el sol. Espantar moscas y acariciar insectos siderales. Soñar con una mujer que canta y me encanta. Sorber de un mundo para entendidos. Maldecir la estupidez. Dormir recaudando palabras. Despertarse empapado de talento. Salir a caminar. Detenerse y nunca más esconderse. Respirar con ímpetu. Sacudir recuerdos inútiles y echarse a dormir en un felpudo para darle calidez al mundo. Pasear feliz como un perro. Escuchar música y echarse a volar.
No puedo evitar que mis alas me arranquen de acá.
No puedo parar de tirar manotazos que escapan de este mundillo trivial.
Cuando me levanto, por las mañanas, me siento aplastado contra el suelo, pero a medida que el tiempo me va despabilando me alejo cada vez más. Paso a paso, minuto a minuto, hasta que llega la noche, me vuelvo a acostar y viajo mucho más allá. Recaudo palabras. Amanezco y con ellas comienzo a jugar.
Caminar. Detenerse y ponerse repelente para la pelotudez total.

Llueve

Llueve. Observo por la ventana. La mañana se percibe sensata o asquerosamente mortal. Prendo la radio al azar. Goyeneche comenzó a cantar. Regreso a mi cuarto. La quietud y la ausencia predomina en mis sábanas. Pienso, y mi pensamiento se convierte en un trascendental momento, sólo por haberme dejado llevar hacia un mundo mental. Todo lo que descubrí me lo guardo para no destruir al planeta con la locura que puedo llegar a generar. Todo lo que aprendí me lo guardo, por algo sólo yo accedí hasta allá.
Dejó de llover y la mañana se convirtió en un sol permanente. Siento un calor agradable. Se diría que he vuelto a nacer o a sentir más real la piel. Algo estaría sucediendo que me hace sentir tan bien.
Me asomé por la ventana y vi a Pamela, en la vereda, acostada. El sol iluminaba y decoraba sus alas. Me acerqué y acaricie su espalda. Ella se despertó y me mostró una sonrisa encantada. Observó con asombro y dulzura mis alas. Intercambiamos una de ellas y nuestros corazones comenzaron a sentir la inyección real del amor. La llevé a mi cama, hacía calor pero no importaba, la tapé con retazos melancólicos de mi alma vapuleada. La melancolía se siente mucho más si no se está con la persona adecuada.

El sol de la mañana

El sol de la mañana atraviesa mi casa y me penetra como una daga endiablada. Veo a la locura cuadriculada sentada sobre una silla plateada. La observo y me río y se ríe. Nos tomamos de la mano y salimos a recorrer el barrio. Los vecinos nos miraban; podían verla, fresca, alocada e inmaculada. Ella soltó mi mano y subió la suya sobre mi espalda; ¡hay locura mansa que me mima, me eleva y calma!
El sol de la mañana nos iluminaba y el dolor de la daga había quedado en mi casa, sobre la silla plateada.

Ida y vuelta

Vamos y volvemos constantemente. Traemos música y palabras. Dialogamos. Nos enfrentamos con la angustia. Hacemos de la existencia un arte instantáneo. Esculpimos la felicidad escondida. Soñamos desganados pero sentimos la luz del otro lado que nos quiere ver parados.

Vamos y volvemos constantemente. Traemos ideas, sueños, llantos arrugados.
Nos emborrachamos de júbilo sobre un teclado. Añoramos. Pensamos con el cerebro lastimado. Disfrutamos de los astros. Respiramos algo apresurado. Algún día estaremos jugando con la fobia que absorbió el diablo.

Vamos y volvemos constantemente. Traemos música y palabras.
Vivimos pescando... en la inmensidad del espacio.

Círculo

En el círculo de un deseo prohibitivo me encontré encerrado; no se puede anhelar un rostro que se invierte en una esquina y se apaga en los callejones virtuales de los días. Un fragmento de belleza asesina es un terrón de azúcar que en la lluvia se aniquila.
Un mensaje navega bajo tierra, en las alcantarillas del mundo de las palabras; la luz de otro rostro luminoso en una esquina.
En el círculo de un deseo prohibitivo donde me encontré atravesando mis extremidades hacia el sol. Un mensaje que da la vuelta al mundo y se construye así mismo, absorciones de los ojos y el cerebro que despacha lo que ven los ojos. Hay un paquete lleno de secretos en la insensatez más dulce del origen-Universo, el comienzo era un círculo que remaba y se escapaba de la piña del padre nuestro de los cielos, del emperador enigma, que domina el Todo y no se sienta a comer con nosotros y es el apoderado de los círculos… y todas las esquinas de la vida.

Hasta que estalle la mañana

Saltando en una pata con una mochila llena de jirafas, pájaros y hormigas. Jugando al pool con las metáforas desmembrando hipocresía. Saltando en los recuerdos como el blanco por las noches se convierte en negro. Construyendo un mundo en un vaso de agua y lleno de silencio. Estableciendo normas o Julianas. Descomprimiendo el sueño, atraer partículas claves de los sueños. Cantando baja el agua del diluvio lleno de colores espaciales. Arrinconando a la vida en lugares blandos, algodonosos como el bienestar de una felicidad fugaz. Saltando en un cuento propio del alma y propicio para que el mundo siga titilando, latir, suspiro del corazón impalpable de los átomos. Juegos con las sombras y Apocalipsis en maquetas alejadas del cerebro. Saltando en una pata de jirafa de metáfora, como un sapo dividido en una estrella muerta.
Y en el fin de los días inventados se congela el sol y caen cubitos de hielo. Brindamos en una navidad, donde todo lo que viene es el más hermoso sueño, estableciendo normas o Julianas, o comiendo turrón hasta que estalle la mañana.

Sus manos sigilosas

Deshidratado como una uva antes de convertirse en vino, camino bajo la lluvia para absorber amor del cielo.
Esquelético como la parca de un amor perdido.
Encorvado como la luz aprisionada en los retratos, me escapo de las formas que propone el mundo.
Adormecido como un niño de treinta y seis años escribo una palabra, el nombre arquetipo del destino. Son sus manos sigilosas las que me mantienen vivo.

Desangrándose en humanos

Las palabras guardan un secreto. El alma es un muñón desesperado por nuevas posibilidades. La evolución de un corazón hipnótico y alucinantemente despoblado. Hay un patio donde crecen las plantas como el sueño crece entre las sábanas, hay dos caras en el manantial invisible hay pestañas, una niña con su ser calvado en la frente, un futuro plastificado por su madre para que no conozca el sufrimiento. La piedra de la quietud del miedo al desconsuelo, destello del pensar de los padres de los niños. Los ángeles que acolchonas sus caídas. El sueño colorado como la rana René desangrándose en humanos.

Ecología y bombas

En el centro de la tierra, no tan cerca de los fuegos hay una aldea de exuberantes sensaciones; o será que nosotros no valoramos todo lo que vemos o lo que el mundo nos ha arrojado con nosotros mismos. Es la aldea de la evolución en la consciencia. Los ojos que ven todo lo que alguna vez veremos. Mientras tanto hay bombas, guerras, afán, envidia y ecología, ecología descompuesta; así tendrían que ser las bombas.

Es un instante

Es un instante donde la memoria vive o se divide.
Te extraño.
Es el instante de la sonrisa y de su rostro.
Sus bellas palabras, dulzura saliendo como luna de su boca.
Es el instante tacto que ha quedado en mi memoria.
Te extraño.
Es el minuto donde los días prolongados cuelgan como guillotina del espacio.
Es el momento agudo que devora mi hígado.
El instante sempiterno de mi corazón impermeable a los demás.
Es un instante de veinticuatro horas recordándola.
Te extraño.
¿Es el sufrimiento y la alegría el lenguaje de estar vivo?
Me suicido en un te amo verídico y corro veloz hasta que el número de mis años me quite la tristeza y arranque de mí, esa tos de alambre que brota como el llanto.
El sufrimiento y la alegría son el extraño lenguaje de estar vivo.
Todo lo que lo rodea son cosas que aún desconocemos.
Detrás de la línea del lenguaje te amaré más que nunca.
Te extraño desde tu nombre tallado en mi memoria.
Te extraño.
Te extraño desde mi alma absurda que sufre porque no conoce lo que la rodea.
Te extraño.

Pink Floy de amor

Buscarle las vueltas a las cicatrices, a los puff de la infancia de los paff del viento como cachetazos de lo que se avecinaba.
Nos mató el misterio, lo desconocido que nos quiso muertos.
Y tengo palabras como peces o axolotes tristes en peceras llenas de vacío, y tengo ganas de encontrarte como mi corazón fue incrustado entre tu cara y el cerebro que deforma lo que amabas.
El destino no nos quiso juntos.
Extraño mi latir perdido en tus nostalgias, mis nostalgias cuando llueven los recuerdos y me pongo patas de rana para disimular las lágrimas; extraño las mañanas cuando llegábamos de la mano a casa y cerrábamos las puertas de mi cuarto, mientras los murmullos aproximados o lejanos ni siquiera nos tocaban.
Nosotros, nos amábamos. ¿Y el mundo… que importaba?
El amor es un milagro que traspasa tumbas.
Me veo desayunando con vos, en el lado oscuro de la luna, donde sale el sol… y en tu sonrisa está mi vida.

Como las palabras

En un mundo corto como la niñez, donde todo parecía extenso, me di cuenta hoy, soñando en la retrospectiva de mi vida, que el tiempo es una concepción de las vueltas del cerebro. Y que esas eternidades niñas fueron ciertas, mientras la materia gris, como un día de lluvia, se seguía reproduciendo.
Yo daba vueltas a la manzana en bicicleta, y no era conciente que a la par crecía y me alejaba del eterno niño. En las vueltas de mi casa, de mi barrio, de mis ojos, pisaba hojas secas de los árboles que crujían señalando un futuro alegre y varias veces doloroso. Por suerte hasta hoy la vida me ha tendido redes para que no muera. Creo que la existencia me ama o me desea, y eso hace que mi rostro se desflore en una sonrisa de alegría; un orgullo relativo, como los sentimientos que tengo sobre el mundo.
Recuerdo al primer amor destinado a la muerte por matemática exacta y lógica de la hora encomendada. Mis amigos esfumándose como espectros de arena en el viento. Mi tobillo roto por ser superman Alejandro alejándome de lo eterno. Recuerdo mi primer romance con la luna y también con una mujer que era mitad delfín de los días.
¿Sin malestares, aunque duelan, que sentido tendría la vida? Sería la muerte, como estar vivo para siempre.
Hoy piso las mismas hojas secas que pisaba en bicicleta, cuando era niño y entre una navidad y otra cabían miles de destinos y palabras a las que todavía no trepaba. El tiempo es relativo como el dolor, y la felicidad real es el gran enigma de los días. A veces quito las piernas de mi cuerpo y quito las rueditas de la bicicleta para explorar los mundos paralelos de mi vida, los lugares donde el porqué, sabe todo de nosotros.
La vida es corta como la niñez inmensa.
En mi corazón hay una lámpara maravillosa que aún descansa. La niñez es mínima en la espalda del humano condenado. El humano es una llave, que a veces abre algo.

Late el núcleo de la subsistencia.

El mundo es corto como el fin, y hermoso… como las palabras.

Abro puertas, cierro puertas

La vida es un problema sin medida.
Aunque seamos felices o infelices… la vida, es un problema, y la muerte la respuesta eterna, que multiplica alegrías y derrota a la tristeza. Mientras tanto la vida es un problema, seamos felices o infelices, alegrías o aplastadas sean las estrellas, calcetines u onomatopeyas.
El problema es no conocer nuestra muerte antes de asomar la cara en este ambiente, y tampoco conocer el transcurso, la lápida, la muerte invertida después de la vida.

Fui a la cocina; escuchaba de fondo a un grillo que me acompaña en su ritmo. Cuando abrí la heladera, el grillo se calló; cuando la cerré el grillo comenzó a cantar, a hacer sus ruidos, a interferir en los relojes de la casa. Cuando abro la heladera el grillo calla, y cuando la cierro el grillo vuelve a cantar. Estamos en diferentes caras de una figura, como si fuera una moneda. La vida en una parte y la muerte el otro lado en la pregunta; lo que no entiendo es el papel que juega la heladera.

Pegar saltos, criar grillos, abrir puertas de heladeras. Cuantos corazones se rompieron en el aire, cuanta espera ha matado a gente de hambre, cuantas bombas han golpeado a nuestra tierra. Cuantos niños hermosos han transformado a gente en padres o en abuelos, sonrisas caminantes. Cuantas fiestas o reuniones han satisfacido el alma. Cuantos amigos te han traicionado y cuantas sonrisas otros te han marcado.
Tengo un grillo en mi cuarto y una heladera en la luna. Tengo respuestas para una mujer. Tengo literatura en la niebla y una nave, recién bajadita, en esta tierra. Abro puertas, cierro puertas, con vos estoy vagando en millones de planetas, la heladera y la respuesta.

Un mundo lleno de planetas

En el renacer de las partes, como una canción, todo es bienvenido cuando fortalece al arte.
Algo se acerca hacia nosotros.
En el renacer de las piernas y el reloj en las muñecas archivadas en estantes grandes como el corazón de un planeta, que forman las palabras, cuando giro mi cabeza. Palabras y chispas, roldadas de la inspiración que crean formas, casas sobre el aire; manos en ventanas, pies clavados en murallas o en la tierra.
Ahí van cayendo ellos hacia nosotros, y no son exactamente naves espaciales.
En el renacer de un año, un calendario inventado así mismo, recojo, sin que nadie sepa, todo lo que puedo de lugares no convencionales.
Manos en ventanas, pies clavados en la tierra, cimientos de mi eternidad perfecta.
Hace calor; el ruido del ventilador es proporcional a mi corazón despierto; gotea cerveza del espacio, sólo porque es fin de año; en otras ocasiones hay que servirla en chopps o en vasos.
Ahí, ellos, van cayendo.
Las partes de una canción fortalecen mi intelecto y uso chispas para encender cigarrillos precursores, invisibles, susceptibles o sutiles como el aire en la literatura. Piernas en el reloj del péndulo de las muñecas. Murallas de sueños de peluche, eternidad perfecta, un mago vende pirotecnia y un fantasma sopla las velitas de las mesas, de las tortas transformadas en respuestas.
Saqué a pasear al perro y sonreímos juntos bajo las estrellas. 2012 es un mundo lleno, lleno de planetas.

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